Antecedentes: Los últimos temporales anteriores al 24 de Febrero de 1910 ocasionaron el derrumbe de una pared de contención en el camino a Tenoya, una vez pasado el túnel de Tenoya, en dirección a Arucas, originando un boquete con riesgo de caída, de unos quince o veinte metros.
Término municipal: Las Palmas de Gran Canaria.
Localización: Hasta hace escasas fechas, desde Las Palmas de Gran Canaria, nos dirigíamos a Tenoya por el túnel (de un sentido alternativo), y a la salida del mismo, cuando vemos la Iglesia de Tenoya (ahora desde el enlace de la nueva vía), nos desviamos por un ramal a la derecha, antiguo Camino a Tenoya, protegido por un largo muro de contención blanco que nos lleva a la Ermita de Ntra. Sra. de la Encarnación. Antes de llegar a la casa de la familia Torón, hay un resalte semicircular en el muro y, en su interior, un rebaje que contiene las dos cruces de cemento restauradas, el 15-10-1994 por Agustín Torón.
Coordenadas GPS: 28R 3110053 N y 451666 E.
Fuentes/Referencias:
Diario de Las Palmas, «El Suceso de Anoche». Dos muertos y un herido grave, 25 de Febrero de 1910, Pág. 1.
El País. Diario Liberal. «Un carro despeñado», 1 de Marzo de 1910, Pág. 1.
El Progreso. De Canaria. «Sangriento suceso», 1 de Marzo de 1910, Pág. 1.
Diario de Tenerife.(Reseña sin título), 1 de Marzo de 1910, Pág. 2.
Las Canarias. «Heterogeneidades». Desgracias, 1 de Marzo de 1910, Pág. 3.
«Accidente en carro; Febrero 1910», Laureano Lezcano Galindo (2008):
=> http://www.tuneldetenoya.com/index.php?option=com_content&view=article&id=145:accidente-en-carro-febrero-de-1910&catid=15&Itemid=38
Historia: Hace un siglo, concretamente, el 24 de Febrero de 1910, Jose Antonio Hernández, de cincuenta años, que era carrero, dedicado al transporte de frutos de la empresa «Suárez y Hernández» se había desplazado desde Arucas a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. A su regreso ya había oscurecido, y a la altura del camino de Tamaraceite, dos mujeres, madre e hija, salieron a su paso y le solicitaron que las trasladara hasta Tenoya.
María Rodríguez de sesenta años (¿ 63 años ?) y su hija Pino de veintidos, de oficio lavanderas, también regresaban de Las Palmas de Gran Canaria, tras entregar las ropas y recoger otro encargo.
Ambas quisieron apearse antes de llegar a Tenoya, para tomar una vereda pero el carrero les convenció para acercarlas a su destino y así, evitar las condicionantes de la oscuridad en la noche.
En su recuerdo se colocaron dos cruces de madera, sobre el muro, apoyadas sobre peanas de piedra azul ( cantería gris).
En 1994, Tino Torón acondicionó el nuevo receptáculo (actual) con dos cruces de cemento, evitando la «habitual» caída de las cruces de madera en el cercado de plataneras.
Agradecimientos: A Laureano Lezcano Galindo, autor de un artículo PREVIO a éste, publicado en: la web: tuneldetenoya.com, por permitirme la toma de datos. También a la colaboración de Rubén Torón, administrador de la web citada por todas las ayudas proporcionadas.
Descarga del documento: Pincha en Cruces del Carro
Importante: No me gustaría olvidarme de Agustín Torón, por «su» contribución a las mejoras «externas» que podemos contemplar en Tenoya, así como la recuperación de estas cruces que perduran, cuando ha transcurrido un siglo de estos hechos.
Efemérides: El túnel de Tenoya ya es «historia», desde el pasado 1 de Agosto de 2011, tras cumplir su cometido.
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